La termografía infrarroja es una técnica que nos permite medir temperaturas sin necesidad de tener contacto físico con el elemento a medir. Todo cuerpo que se encuentre a una temperatura mayor que el cero absoluto (0 K=-273ºC) emitirá radiación infrarroja. Esta radiación infrarroja no es visible para el ojo humano, pero sí para el detector de la cámara infrarroja.

Conociendo los datos de las condiciones del entorno del objeto a estudiar (humedad y temperatura del aire, distancia a objeto termografiado, temperatura reflejada por lo elementos del entorno, radiación incidente, etc...) y de las características de su superficie (emisividad), la cámara transformará toda esa información de entrada en información gráfica sobre la temperatura real del objeto en cuestión.

La termografía tiene numerosas aplicaciones, entre las que se encuentran:

-Detección de falta de aislamiento térmico o aislamiento defectuoso.

-Localización de filtraciones de aire (en ventanas, puertas, etc.).

-Detección de humedades.

-Localización de puentes térmicos.

-Localización de filtraciones de agua en tejados planos y terrazas.

-Detección de roturas, fugas, etc. en tuberías.

-Detección de fallos/anomalías en instalaciones eléctricas.

-Detección de fallos en sistemas de calefacción.

-Detección de plagas, como por ejemplo termitas.

-Mantenimiento de maquinaria industrial.

-Mantenimiento de instalaciones fotovoltaicas. Etc.

Ofrecemos estudios personalizados para cada necesidad, desde comprobaciones hasta inspecciones para detección de anomalías.